La paralización del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), debido a los problemas por el temporal, echa abajo la producción petrolera y obliga a Petroecuador a iniciar el apagado de pozos de donde se extrae el crudo Napo (crudo pesado). Previamente ha tenido que llenar su sistema de tanquería con este crudo, que al momento se hace imposible transportar.

De acuerdo con la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales no Renovables, la producción petrolera bajó en un día de 486.220 a 455.804 barriles entre el 17 y 18 de junio. Es decir, sufrió una caída de 30.416 barriles.

En el caso solo de Petroecuador, la reducción fue de 29.111 barriles, pues pasó de 390.317 a 361.206 barriles.

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OCP anunció el 17 de junio que suspendía las operaciones debido a un riesgo generado por la erosión regresiva en el sector del río Coca, que podría afectar esta infraestructura.

El crudo que se ha dejado de transportar proviene especialmente del ITT (bloque 43) y de los bloques 16 y 37 Tivacuno. La empresa estatal también informó que se reprogramarán las entregas previstas para junio a nivel internacional.

El Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), que se encuentra cercano al OCP, sigue trabajando de manera ininterrumpida, según ha explicado Petroecuador.