Hace pocos minutos se instaló la primera reunión entre el Ejecutivo y el Legislativo para intentar limar diferencias en los temas jurídicos en torno al proyecto de Ley de Defensa de la Dolarización, que fue devuelto por el Consejo de Administración Legislativa (CAL), luego de que la Unidad Técnica Legislativa (UTL) identificara varios problemas de constitucionalidad en el cuerpo normativo propuesto.

A la reunión asistieron por parte de la Asamblea, la asambleísta Ana Belén Marín (AP), asesores de asambleístas del CAL y miembros de la Unidad Técnica Legislativa (UTL).

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Entre los representantes del Ejecutivo estuvieron las superintendentas Margarita Marín (Economía Popular y Solidaria) y Ruth Arregui (Bancos), Marcos López como representante del presidente de la República en la Junta de la Política de Regulación Monetaria y Financiera, María de los Ángeles Rodríguez, viceministra de Economía del Ministerio. Desde el Banco Central, Jeannette Maldonado, subgerente y una asesora de la gerente, Verónica Artola.  

Los miembros de la mesa técnica tienen ocho días para discutir problemas de constitucionalidad de la ley. El ministro de Economía y Finanzas, Mauricio Pozo ha indicado que se podrían hacer ajustes en varios temas, pero ha insistido que lo importante es guardar el espíritu de la ley. Esto es darle autonomía al BCE, transparentar las cifras, que regresen los cuatro sistemas al BCE, entre otros.

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Uno de los mayores factores de desacuerdo es que en la ley se plantea la facultad exclusiva del BCE para emitir política monetaria. Sin embargo, en la Constitución, el artículo 303 indica “La formulación de las políticas monetaria, crediticia, cambiaria y financiera es facultad exclusiva de la Función Ejecutiva y se instrumentará a través del Banco Central”. En este sentido, se ha indicado que no se podría dar esta facultad exclusiva, pues esta facultad la tiene la Función Ejecutiva.

Entre tanto, el Ejecutivo ha considerado que el CAL no tenía la facultad para negar el tratamiento de la Ley, y asegura que la autonomía del BCE es primordial para que haya un tratamiento técnico y no político de la política monetaria. Buscan que no se repitan problemas ocurridos como en el pasado cuando el BCE entregó liquidez al gobierno anterior, generando un hueco importante entre activos y pasivos del BCE.