Tras varios años, desde la pandemia, sin un empleo fijo, Leonardo -nombre protegido- consiguió por fin un trabajo en una camaronera ubicada en el golfo de Guayaquil. Llega a ganar hasta $ 400 semanales sumando horas extras, pero está a punto de dejarlo por la inseguridad. “Debemos salir de madrugada a las faenas y ya han robado en las lanchas a varios compañeros, por suerte no me ha tocado a mí, pero mi familia está preocupada y quieren que deje el empleo y busque algo más seguro”, reconoció el hombre de 52 años.