Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), hace una evaluación de cómo el Gobierno cerrará el año y las posibilidades de financiamiento para el 2024. Esto, considerando que existen profundos problemas de liquidez y atrasos acumulados por casi $ 5.000 millones. El Ministerio de Economía ya ha anunciado que pagó el decimotercero y en estos días debe cumplir con los sueldos de diciembre, pero para Carrera, el pago del salario podría trasladarse a enero. A la par, las protestas de proveedores impagos se han hecho sentir en las últimas semanas. A su criterio el haber llegado a un punto tan complejo tiene que ver con lo flexible que fue el Fondo Monetario Internacional (FMI) con Ecuador, pues financió los déficit pero el gobierno de turno no cumplió las reformas estructurales. Para Carrera, la única salida en este momento es bajar el déficit con más impuestos, menos subsidios y menos gastos estatales: “Esa es la salida. No hay nada más que hacer”, señala.

¿Cómo podrá enfrentar el Gobierno los retos de los pagos en los últimos días del 2023, con una caja tan escasa?

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El Gobierno lo que va a hacer es acumular atrasos. En la última presentación del ministro Juan Carlos Vega Malo claramente indicó que se están acumulando atrasos por $ 5.000 millones. Con algo de impuestos se ve que han empezado a pagar el décimo. Van a tener que completar con una emisión de bonos. A lo mejor el sistema financiero pueda apoyar en esta operación y, esencialmente, no hay otra salida. Para el próximo año será peor.

¿El ministro habló de emitir Cetes, quién los podría aceptar?

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Con los Cetes (Certificados de Tesorería) lo que harían es roll over de los que tienen y más bien al emitir bonos internos podrían intentar que invierta el Seguro Social, pero no sé cuánto más pueda comprar bonos, pues no tiene espacio. También podría utilizar los saldos con los convenios de liquidez, o repetir operaciones como tomarse los saldos de la Corporación Financiera Nacional (CFN). Es realmente una cuestión desesperada, pero no hay otra salida.

¿Hay un sector de proveedores que están protestando por sus haberes, cómo cumplir con ellos?

De hecho van a acumular atrasos con proveedores, con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), con Municipios y Prefecturas. Considero que parte de los sueldos del sector público de diciembre se pagarán en enero.

¿Pero qué sucedió, cómo llegamos a esta situación tan compleja si se veía que en el 2022 los indicadores estaban bien?¿Falló la receta del FMI?

El problema es que el FMI fue en extremo flexible con el Ecuador. Financió el Fondo los déficit, pero Ecuador no hizo las reformas estructurales que correspondían. Recuerde que en los acuerdos iniciales estaban subir el impuesto al valor agregado (IVA) y reducir la masa salarial del Estado. Pero el Ecuador no hizo nada de eso: el FMI fue extremadamente flexible, el gobierno de (Guillermo) Lasso logró bajar el déficit pero no hicieron reforma estructural. Lo hicieron porque subió el ingreso petrolero, por el precio, y se benefició de la reestructura de la deuda. Sin embargo, siguió subiendo el gasto corriente. La misma Corte Constitucional obligó al mayor pago de maestros. Lasso más bien echó abajo el subsidio de los combustibles, e incluso revirtió la reforma del impuesto a la renta. Ninguna reforma estructural ha hecho el Estado.

¿Cómo ve usted los últimos anuncios del Gobierno en el sentido de que el próximo año bajará el déficit unos $ 1.000 millones y venderá el oro monetario?

Eso va a ser un mal mensaje a los sectores económicos y a los mercados. Con eso de ninguna manera se van a arreglar las cuentas públicas. Básicamente se va a vender el oro para pagar los sueldos. Va a haber menos reservas: no se va a bajar déficit, sino a financiar el déficit. Sobre el tema del recorte de $ 1.000 millones no se da detalles, sino que es un anuncio muy general. Es muy difícil reducir porque la plata se va en sueldos y bonos. Reducir $ 1.000 millones en la burocracia púbica es algo que nadie ha podido hacer, salvo que se quiera liquidar contratos ocasionales y nombramientos provisionales. Sabemos que hay 150.000 personas en esta categoría. Pero el 80 % está en Educación, Salud, Fuerzas Armadas, Policía, Justicia. Muchos ministros han llegado al cargo convencidos de lo que hay que hacer y luego no lo hacen. Ni el propio Simón Cueva, ni Pablo Arosemena lo pudieron hacer. En el caso del gobierno de Daniel Noboa no se sabe si irá a hacer. La situación es muy delicada.

¿En cuanto al reperfilamiento de la deuda del Ministerio de Finanzas con el Banco Central, es conveniente?

El mismo hecho de que la deuda de bonos que debían pagarle al Banco Central del Ecuador le aplacen hasta por 20 años a 1,3 % de interés también es un mal mensaje. Cualquier acción que se haga en este sentido es profundizar los problemas. Bajar el déficit con más impuestos y menos subsidios y menos gastos estatales esa es la salida. No hay nada más que hacer.

Usted dice que el próximo año será peor. Por ejemplo, en el tema de financiamiento, ¿qué se puede esperar?

Las fuentes son en extremo limitadas. Los préstamos de multilaterales son una opción pero tienen limitaciones, bonos con el IESS también tienen poco espacio, es posible se acuda al sistema financiero por bonos. El FMI podría llegar a algún acuerdo para el pago de sus amortizaciones. Además habrá que hacer roll over de deuda interna, continuar con la acumulación de atrasos con el IESS y otros. Lo fundamental es reducir el déficit y bajar el riesgo país. También habrá que hacer roll over de Cetes y continuar con los convenios de liquidez para usar saldos de caja de empresas y entidades. Cubrir las necesidades de financiamiento de más de $ 10.000 millones será casi imposible sin reformas estructurales para reducir el déficit de modo creíble y sostenible. (I)