El Gobierno presentó un ambicioso plan de inversiones en el sector hidrocarburífero que incluye la construcción de una nueva refinería de alta conversión en la provincia de Santa Elena, además de oleoductos y gasoductos.
Ese plan general previsto para desarrollarse entre 2025 y 2029 proyecta $ 42.000 millones en inversión. Dentro de ellos, la nueva refinería implicaría $ 3.500 millones, según la información oficial.
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La planta tendrá una capacidad de procesamiento de 80.000 barriles diarios, trabajará con crudos Oriente y Napo y producirá gasolina y diésel con categoría Euro 5.
El proyecto no es nuevo, ya fue planteado en 2020 y ahora se lo ha reformulado. Estará a cargo de una empresa privada e incluso ya se han avanzado conversaciones con la firma estadounidense DRL Houston, que está interesada en la planta.
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Esa empresa actualmente está en proceso de aprobación del permiso para ejercer las actividades de refinación e industrialización, lo cual se espera que finalice en septiembre de 2025. Luego deberá solicitar el permiso de construcción por parte de la Agencia de Regulación y Control de Hidrocarburos (ARCH) y de operación de la nueva refinería.
El subsecretario de Refinación, Industrialización, Transporte y Comercialización de Hidrocarburos, Santiago Quisirumbay, indicó que se trata de una nueva tecnología y que en una segunda fase del proyecto se espera que su capacidad de procesamiento aumente otros 80.000 barriles.
El viceministro de Hidrocarburos, Guillermo Ferreira, aseguró que la legislación nacional permite al país tener capacidad de refinerías privadas: la empresa privada hace toda la inversión, todo el contrato de construcción y pone en operación.
La empresa presentó su interés hace unos siete meses. En las conversaciones con los inversionistas se acordó que Petroecuador tendrá prioridad para abastecer a la refinería con el crudo que requiere. El petróleo se venderá de manera directa, sin intermediarios, y al precio de cotización del WTI (West Texas Intermediate).
De igual manera, dijo, Ecuador tendrá prioridad para adquirir los combustibles que produzca la nueva refinería.
Está prevista la firma de un memorando de entendimiento con Petroecuador para establecer la prioridad de venta y compra.
Y entre agosto y septiembre se estima “tener todo cerrado” con los inversionistas.
Así, la construcción de la infraestructura comenzaría “en ese momento”, según Ferreira, quien estima que tomaría aproximadamente cuatro años.
Las autoridades calculan que la construcción de la refinería generaría alrededor de 5.000 empleos, 1.000 permanentes en la etapa de operación y 1.000 adicionales por contratos de operación y mantenimiento. (I)