Que la propuesta de reforma al sistema de pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) es lo más alejado posible a cualquier idea de privatización y que está de acuerdo en que se pida al Estado que cancele lo adeudado a la entidad y se generen más plazas de empleo, para que a su vez haya más aportantes, dice Augusto de la Torre, quien encabeza la Comisión Ciudadana que durante seis meses trabajó en este planteamiento.
Sin embargo, considera que existe un problema más de fondo en el sistema de pensiones del país, la transición demográfica, que el número de jubilados crece más rápido que el de los aportantes, y aquello no se resuelve solo con esas acciones, indica De la Torre, frente al pronunciamiento de rechazo a la propuesta por parte del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), que hizo el jueves 6 de julio.
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¿Por qué se necesita que los trabajadores independientes se afilien al IESS?
El sistema de pensiones vive y muere con la demografía y es una variable de la que nadie habla y es la que domina el sistema, enfatiza De la Torre: en 2022 la mayor parte de los ecuatorianos estuvo entre los 25 y 30 años de edad, lo que significa que hace 30 años las mujeres ecuatorianas decidieron tener menos hijos o no tener ninguno. “Hace 30 años que colapsó la tasa de natalidad”, señala.
El economista comenta que en 50 años más, la proyección demográfica para el país es que la mayor parte de la población ecuatoriana tendrá entre 60 y 65 años de edad. “La pirámide poblacional ecuatoriana para el 2074 se ve muy parecida a la japonesa. Ecuador está envejeciendo a un ritmo mucho más acelerado del que pensábamos. Según los estudios del BID, lo que le tomó 50 años a Europa en envejecer le está tomando 25 años a Latinoamérica”.
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“Frente a las declaraciones de los dirigentes del FUT no hay nada en la propuesta de la Comisión que pueda entenderse como privatización, yo les invito a dichos dirigentes a que lean con cuidado la propuesta y se van a dar cuenta de que la propuesta es lo más alejado posible a cualquier idea de privatización”, afirma.
El FUT pide al Estado que pague la deuda al IESS, que estima supera los $ 24.000 millones, y el cobro inmediato de la deuda de los empleadores morosos con el IESS, iniciando juicios de coactiva y confiscando bienes.
De la Torre indica que está de acuerdo en que se pida al Gobierno que cancele los valores pendientes y que se deben encontrar caminos para generar más empleo formal a fin de que haya más afiliaciones. “Estamos plenamente de acuerdo con esa posición y creo que es una posición común de toda la sociedad”.
Explica que esas acciones son buenas, pero no son suficientes y no se toma en cuenta que hay un problema estructural más de fondo. “Sugeriría a los dirigentes del FUT que busquen tener una relación, una conversación con actuarios a fin de que puedan ellos ver que en efecto estas dos propuestas son muy buenas y con las cuales estoy de acuerdo, no son suficientes para superar el gran problema de que tenemos una transición demográfica en virtud de la cual cada vez el número de jubilados crece más rápidamente que el número de aportantes”.
En ese contexto, el coordinador de la Comisión plantea una interrogante a los dirigentes del FUT: ¿cómo enfrentamos esta otra realidad que está fuera del control de ellos, de nosotros y cualquier gobierno, y el cual la política pública tiene que adaptar nuestros sistemas de pensiones y de salud? (I)