A un año de la destrucción de los oleoductos (Sote y OCP) y de la amenaza que representa la erosión regresiva del río Coca, a todo el complejo de obras estratégicas -oleoductos, la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair y la carretera Lago Agrio-Quito-, se ha cumplido la mayor parte de la primera de tres etapas planificadas para desacelerar el proceso erosivo.

Las tres instancias que se han planificado por parte de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec EP) son las obras temporales emergentes, obras definitivas y, en caso de no tener éxito total, la reubicación de la captación de Coca Codo Sinclair. Así lo explicó Edison Heredia, líder de la Subcomisión de Estudios y Diseño de la Comisión Ejecutora Río Coca-Celec.

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La primera etapa ha consistido en realizar mediciones y análisis para conocer más al río y paralelamente se han construido seis diques, cuyo objetivo es disminuir la pendiente del río y, por tanto, disminuir la velocidad y la capacidad erosiva del río. Estas obras se han complementado con la ampliación del cauce del río en ciertos sectores, a fin de que la fuerza de la erosión disminuya.

El resultado logrado, según Heredia, es que por 200 días la erosión no ha avanzado, lo cual es una buena noticia. Esta primera etapa ha sido ejecutada por la propia Celec, pero faltan dos diques más.

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Momentos de la construcción de diques en el río Coca para desacelerar la erosión regresiva que afecta la zona Foto: Cortesía Celec

La segunda etapa, que cuenta con la participación de la empresa suiza Lombardi, se iniciará de manera casi inmediata, apenas se entreguen los últimos informes y diseños de obra. Esta consiste en construir 14 pantallas subterráneas localizadas a 1,3 km aguas abajo del sitio de captación de Coca Codo. La primera de ellas contará con pilotes, mientras que las otras tendrán un sistema denominado “jet grounting”. Esto significa que se construyen con base en un sistema de perforación e inyección de cemento que se consolida con el material existente en el sitio.

Las pantallas se ubican a diversas profundidades, explica Heredia. La idea es que si llega la erosión regresiva, los desniveles generen saltos que disipen la energía. Es decir, se formarán 14 cascadas de cinco metros cada una. En este proceso puede ser necesario también realizar un reforzamiento de las pantallas para evitar el proceso abrasivo de estas.

Esta, que es una obra central en las medidas, podría llegar a costar $ 90 millones, mientras que el reforzamiento llegaría a otros $ 30 millones más. La construcción estará lista en 24 meses y se espera que ya esté contratada la empresa constructora. La idea es que se empiece la obra en el próximo estiaje.

Sin embargo, si estos trabajos al final no dieran el resultado esperado, también se ha pensado en un tercer escenario, que es que se deba mover del sitio a la obra de captación de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. Para ello es necesario tener listos diseños, al menos de prefactibilidad.

Al ser consultado sobre las razones por las cuales se generó la erosión regresiva y si esta habría surgido por la propia existencia de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, el experto dijo que por lo pronto están enfocados en las soluciones del tema; pero reconoció que existe este tipo de teorías, aunque no hay pruebas y evidencias certeras.

En todo caso, explicó que hay un desequilibrio del río y en el tiempo podrá volver a encontrar su equilibrio. Ahora, tras los deslizamientos el río sufre de taludes con ángulos realmente muy inclinados por lo que se siguen generando deslizamientos. En este sentido, hace pocas semanas se conoció de un deslizamiento que taponó el cauce y se temía un represamiento que pudiera romperse de manera violenta y afectar a las comunidades del sector. Sobre esto indicó que si bien estos temas se comparten en una mesa técnica y no es competencia de Celec, se conoce que existen sistemas de alerta temprana. (I)