Una bendición: “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, y un deseo de “buen viento y buena mar”, por parte de monseñor Alfredo Espinosa, vicepresidente de la Conferencia Episcopal, fueron las primeras señales que dieron inicio a las mesas de diálogo entre el Gobierno y los representantes de tres organizaciones indígenas y que durarán noventa días.