Hace pocos días, el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) presentó en Santiago de Chile su reporte Energías renovadas: transición energética justa para el desarrollo sostenible. En el estudio se abordan los desafíos y esfuerzos que tiene cada país para, en función de sus realidades, impulsar estrategias que ayuden a la disminución de las emisiones y alcanzar la transición adecuada.

Fernando Álvarez, economista sénior de la Dirección de Investigaciones Socioeconómicas de la CAF, analiza la situación en la región y las acciones que se deben tomar para ir hacia una transición adecuada y justa. En el caso de Ecuador resalta los avances que se han hecho como país.

La producción energética de Ecuador pasó del 72 % al 77 % en los primeros tres días de mayo

En el reporte se habla de la necesidad de ir hacia la transición y medidas para perseguir ese objetivo. ¿Los países de la región están preparados?

Todos los países tendrán que hacer ese proceso. La velocidad a la que puedan avanzar, obviamente, va a depender de sus particularidades, de los recursos que tengan. En el caso de Ecuador hemos visto, por ejemplo, de las cosas buenas, que ha incrementado de manera importante su tasa de electrificación. Es una de las claves de este proceso. Combinado con su matriz muy verde, como el 80 % de la electricidad en Ecuador se genera con la hidro, es un número alto que le otorga mucha limpieza a su matriz energética. Esa combinación de cosas hizo que Ecuador avanzara mucho en lo que es las emisiones por unidad de producto.

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Ciertamente, todavía tiene mucho que avanzar Ecuador en la tasa de electrificación, pero ha mostrado un avance interesante. Una cosa que tienen que hacer es diversificar su matriz eléctrica también, y, básicamente, incorporar renovables no convencionales, solar y eólica, dependiendo de su potencial.

Ecuador es un país que está limitado de recursos, pero se hace énfasis en la participación del sector privado en este proceso de transición...

Definitivamente el sector privado va a jugar un rol muy importante en el incremento de esta generación verde. Y eso, de alguna manera, reduce la presión sobre el gasto, que ya es importante permitir que parte de esa oferta la absorba el sector privado.

Pero eso depende de que haya condiciones especiales para que atraiga esa inversión privada. Tiene que garantizarse que van a recoger el retorno de sus inversiones, tiene que desregularizarse la industria y los precios de la energía tienen que reconocer también un poco esa inversión. Es un desafío en general atraer la inversión privada.

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¿Por qué algunos países no incrementan los proyectos de generación que caminen hacia la transición energética?

Parte del problema es que nuestros países, en general, tienen grandes dificultades, no solamente el tema medioambiental, que es importante, pero también está el tema de pobreza, el desarrollo en general es un fenómeno complejo.

Muchas veces los países ven ciertas urgencias muy específicas que tienen, por ejemplo, niveles de pobreza, temas de educación, y a veces no ven esos procesos de más largo plazo, como es la transición energética. Parte de lo que queremos hacer con el reporte es alertar de que hay que empezar a tomar acciones hoy. Ciertamente es un fenómeno de largo plazo, es una suerte de maratón, pero el maratón se empieza pasito a pasito.

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Lo que queremos con el reporte es generar esa conciencia de que esto es un tema prioritario que tenemos que hacerlo a nuestros ritmos también, y eso es importante, resolviendo otros problemas de desarrollo.

¿Es viable, por ejemplo, para países como Ecuador el ‘powershoring’?

Los países de la región en general tienen buenas condiciones para proveer energía limpia y barata. Ecuador tiene un punto de partida que es la gran fuerza hidro que tiene. Eso es insuficiente, tienen que apostar a la energía renovable no convencional porque todo el cambio climático ha afectado también la capacidad de la hídrica, pero sigue siendo una virtud tener eso.

Dado ese potencial, el potencial eólico y solar que podría tener, los países de la región en general tienen importantes capacidades.

Pero para eso tienen que hacer muchas políticas públicas que mejoren el entorno empresarial. Hay temas de capacidad de la mano de obra. Todo este enverdecimiento de la economía va a demandar muchas capacidades y los sistemas educativos tienen que prepararse para generar ese tipo de profesionales que atiendan este proceso de transición energética.

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Para acelerar este proceso deben existir reglas claras...

A veces el sistema de reglamentación es complejo, es a veces hasta contradictorio.

El inversor necesita leyes claras y que sean muy transparentes. Y, a veces, si hay muchas complicaciones y muchas letras pequeñas, eso puede generar cierta preocupación en los inversores. Otra cosa es la estabilidad de las leyes, que cambian mucho. Todo eso puede preocupar.

¿Caminar hacia la transición energética debe de tener garantizada la seguridad jurídica?

Claro, eso es una condición necesaria. Porque, como decíamos, el sector privado va a jugar un rol en este proceso. No lo puede hacer todo el sector público. Tiene que apoyarse mucho en todo lo que puede ser la generación privada, pero para eso se necesita un Estado de derecho muy claro.

En el reporte se menciona, además, la participación de los hogares en el proceso de transición. ¿Es viable esa acción en los países de la región?

Sí, tienen que cumplirse varias condiciones. Si la energía es muy barata, por ejemplo, el hogar no tiene el incentivo de hacerlo. Pero, por ejemplo, en hogares distantes, que están lejos de los tendidos eléctricos, esto es una buena opción. La instalación de paneles solares.

Se pueden resolver muchos problemas de acceso en lo rural con este tipo de iniciativas, pero para eso tiene que haber una regulación que cuando tengan excesos de energía la puedan vender al sistema. Y esa regulación no existe porque nuestros sistemas eléctricos no están acostumbrados a esta nueva figura. Nuestros sistemas eléctricos todavía no tienen ese tipo de regulación para que los hogares puedan venderle al sistema eléctrico.

Volvemos al punto de partida, una buena regulación

Sí, hay algunos países que ya han avanzado en esto. Brasil ha desarrollado este tipo de regulaciones para que los hogares puedan vender al sistema y eso ha incrementado mucho la penetración de paneles solares en los hogares.

Pero muchos otros países en la región no tienen esa figura. Entonces, eso es una primera cosa que puede incentivar, la adopción de paneles solares en los hogares, y otra también es acceso a financiamiento, que puede ayudar a que los hogares también aporten en este tema.

El reporte aborda cómo pudiera existir una interconexión en la región. ¿Eso también es viable? ¿Es un tema netamente político?

Sí. Decíamos que a veces hay una resistencia a la interconexión porque muchas veces la gente tiene como este principio de soberanía energética y eso puede dificultar, pero hemos estado discutiendo de que hay enormes ventajas y ganancias de la integración energética, porque una de las cosas que tiene este tipo de energía renovable es que algunos países tienen potencial eólico y otros tienen solar y este potencial se puede complementar.

Dado que estas fuentes son intermitentes es muy valioso tener una diversificación de las fuentes. Hay una complementariedad entre solar, eólica e hídrica en toda la región que implica que hay muchas ganancias de integrarnos energéticamente.

Pero obviamente los países tienen que tener una suerte de diplomacia y de esfuerzos diplomáticos y de integración verdadera. A veces con los cambios políticos que hay todas esas urgencias nos limitan a pensar en estas cosas que tienen mucho impacto a la larga, pero que no logran cuajar un poquito porque estamos como cada quien pensando en lo que requiere cada país.

¿Cada quien está remando hacia el mismo objetivo, pero por separado?

Claro, pero es importante ver que hay muchas ganancias de resolver este problema de integración juntos, por eso decíamos que hay muchas complementariedades entre los potenciales de los países. Algunos tienen hidro, otros tienen eólica y cuando hay un problema de sequía en Ecuador, por ejemplo, se puede beneficiar mucho del vecino que le está llegando mucho viento y viceversa.

Hay mucha ganancia de hacer esta diversificación energética y esta integración energética en la región.

¿Cuál va a ser el papel del gas, que se lo menciona como la alternativa para sustituir combustibles fósiles más contaminantes? Además del gas, ¿hay otra alternativa?

Es importante que los sistemas (que servirán para el transporte del gas) tengan un buen mantenimiento porque si no se generan en realidad muchas pérdidas. Los sistemas eléctricos tienen que estar bien mantenidos. Pero a la larga, ciertamente el gas puede ser importante en la transición, pero es importante desarrollar combustibles limpios en el largo plazo.

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En el largo plazo, los biocombustibles, donde Brasil tiene mucho conocimiento, es una fuente. Y lo que hablamos del hidrógeno verde está en una fase incipiente, pero se estima va a jugar en el largo plazo un rol importante.

Los países tienen que empezar a preocuparse cuáles son las capacidades que tienen que generar, para montarse sobre esa ola de los combustibles limpios que tarde o temprano va a ocurrir.

Todas las cosas, al final del día, son viables y requieren trabajo y mucha decisión política, mucho consenso social y que la sociedad esté decidida a hacer los sacrificios que hay que hacer, porque todas estas cosas tienen sus costos, a cambiar patrones. (I)