Para pacientes del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) es inevitable sentir tristeza e indignación, porque mientras en ciertos hospitales la medicina se caduca, en otros sanatorios a quienes padecen de enfermedades raras y catastróficas, por ejemplo, los fármacos les llegan con desfase y eso tiene una repercusión en sus tratamientos y calidad de vida.