Por años en las calles de Cuba al dólar se le ha llamado “la moneda del enemigo”, pero desde el 20 de julio el panorama para la divisa estadounidense cambió luego de que la isla levantara el gravamen del 10 % que tenía desde hace 16 años y ampliara su uso para la venta de algunos alimentos, en momentos en que necesita enfrentar la crisis que la pandemia de COVID-19 causa en el mundo.