Empezaron como 300 voces. Ahora ya son más de 1000. En pocas semanas, los adherentes a la iniciativa Pacto Ético, que impulsan la corporación Participación Ciudadana (PC) y otras oenegés, se triplicaron. Y esperan sumar a muchos más porque el rechazo a la corrupción se ha profundizado en el país, especialmente tras las denuncias de irregularidades del sector público en la gestión de la pandemia del COVID-19, y se requieren acciones inmediatas para combatirla. Pero desde la ciudadanía, señalan los promotores, porque los grupos de poder no han dado respuestas.