Desde que empezó la cuarentena sanitaria, las iglesias también se vieron obligadas a cerrar sus puertas para evitar las aglomeraciones y también los contagios del COVID-19. Días atrás el alcalde de Quito, Jorge Yunda, anunció que desde el próximo 3 de junio, la ciudad pasa de semáforo rojo al color amarillo, pero las autoridades eclesiásticas manifiestan que a pesar del cambio de color, las eucaristías continuarán siendo virtuales.