Como crédito tributario sería considerado el adelantar un porcentaje de los impuestos. El anuncio de que quien gana más de $5000 al mes debe pagar anticipadamente sus impuestos lo hizo el presidente Lenín Moreno, en su informe a la nación, el pasado domingo. El mandatario agregó que lo mismo se pedirá a las grandes empresas que no se han visto afectadas en sus ingresos por la pandemia del COVID-19.

Según Juan Sebastián Roldán, secretario general de gabinete de la Presidencia, en el caso de las compañías será para aquellas que han generado más de $5 millones y que no han tenido pérdidas.

Una de las facultades presidenciales en el estado de excepción es decretar la recaudación anticipada de tributos. Moreno amplió el estado de excepción por 30 días más desde el 16 de mayo.

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Mario Prado, analista tributario, indicó que el uso de esa atribución implica que, mediante decreto ejecutivo, el presidente puede disponer que todos los sujetos pasivos del impuesto a la renta (IR) anticipen su pago en el transcurso del 2020, sin esperar a que concluya el ejercicio económico.

Agregó que al momento de presentar la declaración del IR de este año, en marzo y abril, los valores anticipadamente serán crédito tributario.

Prado pone un ejemplo: “Si una persona gana $60 000 anuales, causa $7540 de IR, que debería pagar en marzo del 2021. Si se dispone la recaudación anticipada, deberá pagar ese valor en cuotas durante el 2020. En consecuencia, pagará cero en abril de 2021”.

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Marco Rodríguez, profesor universitario, dijo que el crédito tributario se aplica cuando se hace la liquidación del impuesto del siguiente año, pero se incluye lo que ya se pagó de forma anticipada. A su criterio, podría ser también un recaudo anticipado del impuesto al valor agregado (IVA), pues la norma constitucional se refiere al recaudo anticipado de impuestos, en genérico.

Para Oswaldo Landázuri, analista económico, el pensar en cobrar impuestos a las empresas “no tiene ni pies ni cabeza” en este momento, porque el empleo se vería aún más afectado. “Quitarle caja a una empresa hoy significa que esta tenga que despedir más gente de la que ya está despidiendo”, agregó. Y consideró que las compañías que sí han obtenido ingresos en medio de la pandemia deberían convertirse en “locomotoras” del resto de actividades productivas. Sugiere que el Gobierno hable con las firmas a fin de que hagan una contribución a cambio de rebaja de impuestos o beneficios por reinversión, por ejemplo.

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Otra alternativa para obtener recursos es acudir a otras instancias para préstamos en el exterior, como la Reserva Federal de Estados Unidos, de Gobierno a Gobierno, multinacionales para la cadena de proveeduría del sector productivo, o bajar el gasto.

María Paula Romo, ministra de Gobierno, señaló que para hacer un adelanto de impuestos es suficiente un decreto ejecutivo sobre todo en estado de excepción. Además, que no se incluirá ese tema en el veto presidencial a la Ley Humanitaria, que ya pasó el análisis de la Asamblea Nacional.

Desde los empresarios y trabajadores hay rechazo.

A criterio de Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), no es el momento de plantear un anticipo de impuestos ya que resta liquidez al ciudadano y al ámbito productivo en una de las peores crisis del país.

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José Villavicencio, presidente de turno del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), tiene una lectura política del anuncio presidencial pues, a su juicio, pretende bajar el rechazo ciudadano. “Se habla de adelantar los impuestos no de uno adicional de sus utilidades, por eso el discurso del presidente de que el que tiene más debe pagar es otra falacia”, dijo.

Lo recaudado irá a proyectos de protección social y para el programa Reactívate Ecuador. No se especificó cuánto se pretende recaudar. (I)