En marzo y abril pasado, la desesperación se apoderó en cientos de familias ecuatorianas que buscaban varios medicamentos para combatir el virus SARS-CoV-2, que desencadenó problemas respiratorios en sus parientes. Entre estos fármacos estaba la Hidroxicloroquina, que se había agotado por su alto consumo o el acaparamiento de ciertas personas en esos días.