En Jaramijó, cerca de mil personas habrían sido inyectadas con dosis de sales marinas para supuestamente prevenir el COVID-19. La aplicación de esta sustancia fue realizada por ciudadanos que se identifican como parte de la Asociación de Producción Industrial de Migrantes y Familiares de Tungurahua, según Hipatia Campos, quien dijo ser parte de los 13 socios de esta organización.