Que “Brasil no puede parar”, que el brasileño “no se contagia” de coronavirus porque “bucea en alcantarillas y no le pasa nada”. Y por último, que muera a quien le toque, porque así es la vida. Mientras Latinoamérica se detiene, Jair Bolsonaro lleva adelante una campaña contra el aislamiento. Su irresponsabilidad es solo comparada con la de Manuel López Obrador en México que invitó a sus ciudadanos a seguir en las calles: "yo les aviso cuando tengan que quedarse en casa".