La construcción del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), entre 2001 y 2003 y que conecta las provincias de Sucumbíos y Esmeraldas (485 kilómetros de longitud), y la influencia del ser humano en el manejo de recursos naturales, de manera desordenada y no planificada, provocaron el deterioro de los ecosistemas y la fragmentación de los bosques por donde pasa la tubería que bombea petróleo desde el Oriente.