En el 2016, el Vaticano reabrió un proceso en contra del sacerdote español Jorge Ignacio Senabre, quien actualmente permanece en Santo Domingo de los Colorados. El religioso fue acusado en 1988 de abusar de un menor de 13 años, sin embargo, desapareció tiempo después de que un fiscal pidiera que se lo condene a 5 años de prisión. Así lo indica una investigación realizada por el diario español El País, en la que aborda los casos de sacerdotes que, tras ser condenados o denunciados por abusos, fueron enviados a países de África y América Latina.