Viste pantalón de tela y camisa blanca ya transparente por el sudor. Porta una gorra, lleva botas de caucho, un machete y una ruana (poncho pequeño) al hombro. Quien parece campesino baja una peña de tierra en la que termina una moderna vía en el sector fronterizo de Mataje (Esmeraldas), la cual en pocos meses, dicen habitantes, se conectará a un ramal que viene siendo construido del lado colombiano.