Al enterarse de la muerte de monseñor Vicente Cisneros Durán, que fue el segundo obispo de la Diócesis de Ambato y el cuarto arzobispo de Cuenca, poco a poco comenzó a llegar gente de toda condición social a la capilla El Sagrario de la Catedral ambateña para darle el último adiós a quien por tres décadas fue su guía espiritual.