Deviene de un proceso que acumula varias décadas de lucha. El reconocimiento de Ecuador como Estado pluricultural y multiétnico se alcanzó en la Constitución de 1998 y se reafirmó, con una amplitud en el concepto, en la del 2008, cuando se declara al país como intercultural y plurinacional. Es solo entonces cuando se reconoce a otras nacionalidades y pueblos como parte del Estado y por ende que este, en el que vivimos, es un país diverso en culturas, lenguas, cosmovisiones.