Por primera vez, el presidente de la República, Rafael Correa, reconoció una baja en su aceptación popular por la crisis política generada desde el envío a la Asamblea Nacional de los proyectos de ley de Herencias y Plusvalía y los preparativos para la marcha de la oposición del 18 de junio. Pero esa baja la atribuyó a que “la gente estaba confundida y atemorizada” y “no contra nosotros”.