La tecnología de reconocimiento facial se está utilizando en la guerra por primera vez. Podría tratarse de una nueva aplicación de esta tecnología en Ucrania, donde se está utilizando para identificar a los muertos y reunir a las familias. Pero si no somos capaces de respetar la ética de esta tecnología ahora, podríamos encontrarnos ante un instrumento capaz de vulnerar los derechos humanos.