Cientos de hectáreas afectadas y registros inusuales en las temperaturas máximas esperadas son dos de las situaciones que durante los últimos días han registrado varias localidades a nivel de Sudamérica.
Las altas temperaturas han acentuado la posibilidad de ocurrencia de incendios forestales, cuyo origen también se encuentra en algunos casos por personas que encienden fogatas cerca de vegetación.
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En el caso de Colombia, los incendios forestales han ahogado a Bogotá con columnas de humo lo que derivó en la implementación de medidas para evitar la afectación a la población.
¿Cuáles son las causas de la ola de calor y altas temperaturas en Ecuador?
“Cuando ocurre un incendio se ven beneficiadas (especies no nativas) en su reproducción y empiezan a tomar áreas más grandes desplazando a la vegetación nativa”, explicó a la AFP el biólogo Arnold García Samaca, del Grupo de Investigación y Docencia en Ecología del Paisaje y Modelación de Ecosistemas (Ecolmod) de la estatal Universidad Nacional de Colombia.
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Unos 40 parques naturales, senderos ecológicos y miradores cerraron el acceso al público el sábado en Bogotá, ubicada a 2.600 metros sobre el nivel del mar y bajo alerta en varias zonas por mala calidad del aire tras los fuegos forestales.
“Los incendios terminan generando combustión de biomasa, material que termina reaccionando con el fuego y se generan contaminantes al aire”, explicó a la AFP Jorge Bonilla, director del seminario de Economía Ambiental (REES) de la privada Universidad de los Andes.
Las lluvias volverán paulatinamente en los próximos días, prevé el Inamhi
“Algunos de estos contaminantes se presentan en forma de sólidos suspendidos o aerosoles, que se conocen como material particulado, y otros contaminantes como óxido de nitrógeno o monóxido de carbono que terminan afectado la salud”, resaltó.
Ante estas condiciones, las autoridades bogotanas recomiendan no salir a la calle y usar mascarillas, una medida que ya acatan decenas de ciudadanos de forma preventiva.
En el caso de Ecuador se controló un incendio en la Reserva Ecológica El Ángel que se inició el 24 de enero pasado. Mientras que en la Patagonia argentina registró temperaturas récord con más de 40 grados centígrados.
El fenómeno dejó las marcas más altas desde que hay registros en Trelew, capital de Chubut, con 42,6 grados centígrados, y de 36,4° C en Bariloche (Río Negro), centro turístico invernal de la precordillera de los Andes. Los récords anteriores en estas ciudades habían sido de 42,2°C en 2017 y 35,4°C en 2019, respectivamente.
También hubo marcas históricas mensuales en El Bolsón, en Río Negro, que marcó 37,4°C contra 36,9 registrado en 1999; y Esquel, en Chubut, con 34,7°C (contra 33,8 en 1979).
En este caso se descartó la incidencia del fenómeno de El Niño sino con un centro de alta presión que se posicionó en el centro del país que favorece el avance de aire cálido hacia la región.
Para este 1 de febrero se espera que Uruguay afronte una ola de calor con temperaturas máximas de entre 34 grados celsius y 38 grados celsius, que en principio se extenderá hasta el domingo 4 de febrero.
Así lo informó este lunes el Instituto Uruguayo de Meteorología en un comunicado en el que detalló que una masa de aire cálida afectará la región generando temperaturas extremas mínimas iguales o superiores a los 21 grados celsius a 24 grados celsius.
En una entrevista con Bloomberg en Línea, el oficial en Gestión del Recurso Hídrico del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), Jairo Guerrero, explicó que la ola de calor se da principalmente por el fenómeno de El Niño. Mientras que la meteoróloga Bárbara Tapia Cortés de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) añadió que tanto el fenómeno como la estación estival contribuyen en la presencia de altas temperaturas.
El Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño, en su último informe, alertó que para los siguientes tres meses “sigue indicando condiciones más cálidas de lo normal en Centroamérica y gran parte de Sudamérica, sobre todo en la región centro y norte, por lo que se recomienda redoblar los cuidados ante nuevas olas de calor”. (I)