El hormigueo y la falta de sensibilidad en manos, pies o piernas pueden indicar una falta de vitamina B12, que afecta la capa protectora de los nervios. Las enfermedades como la celiaquía, la de Crohn y otras afecciones del intestino pueden dificultar que el cuerpo absorba las vitaminas, así como algunos de los medicamentos para el reflujo gástrico.