La juventud no solo se nota en el rostro o en el cabello, sino en la fuerza y agilidad de todo el cuerpo. Y los científicos tienen una respuesta para esto último, que no necesariamente pasa por el gimnasio: actividad física recreativa de por vida.
¿Qué juegos o deportes le gusta hacer con sus amigos o con su familia? Invierta tiempo en ellos. Hacer ejercicio por diversión puede protegernos de la pérdida de músculo relacionada con la edad, a la que todos nos enfrentaremos en algún momento. No tiene que ser deporte profesional, basta con que sea un ejercicio recreativo, pero sostenido en el tiempo.
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Al llegar a los 68 años, la gente que se ha mantenido activa toda la vida posee músculos que envejecen de una manera más saludable, tienen una capacidad de funcionamiento superior y son más resistentes a la fatiga, en comparación con individuos inactivos, tanto jóvenes como viejos, según la Sociedad Fisiológica del Reino Unido.
Este es el primer estudio que investiga músculos, células madre y actividad nerviosa en humanos. Los investigadores de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, explican que:
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- Los adultos mayores que se mantuvieron físicamente activos en su vida adulta, sea por ejercicios de resistencia, juegos de cancha con pelota o raqueta, natación, bicicleta, carreras o remo, tuvieron un mayor número de células madre musculares, que reciben también el nombre de células satélite.
- Las células satélite son importantes para la regeneración muscular y el crecimiento a largo plazo, y nos protegen contra el daño nervioso gradual que viene con la edad.
¿Quiénes participaron en el estudio? Se informa que fueron 46 hombres, entre jóvenes sedentarios, adultos mayores activos y adultos mayores sedentarios.
La prueba consistió en ejercicio pesado de resistencia, en una silla mecánica, para realizar el movimiento de extensión de rodilla y así evaluar la función muscular a través de: 1) Medición de la fuerza producida. 2) Muestras de sangre. 3) Biopsias musculares de ambas piernas.
Y así se confirmó que un adulto mayor que se ejercita con regularidad durante toda su vida tiene mejor función muscular que un joven que no hace nada.
El autor principal del documento, Casper Soendenbroe, del Instituto de Medicina Deportiva de la U. de Copenhague, dijo que es el primer estudio en humanos que muestra que el ejercicio recreativo puede retrasar algunos de los efectos más duros del envejecimiento.
“Las biopsias de tejido muscular nos permiten encontrar los efectos positivos del ejercicio en la población envejeciente”, dijo Soendenbroe. “La literatura anterior se ha enfocado en atletas de élite, que son un grupo minoritario. El nuestro es más representativo de la población general de 60 años o más, que realiza una mezcla de actividades en niveles moderados”.
El equipo usará ahora esta información —la relación entre las células satélites y la salud muscular en individuos que se ejercitan por diversión— como un biomarcador para seguir investigando el nexo entre ejercicio, envejecimiento y salud muscular.
“El importante mensaje de este estudio es que incluso un poco de ejercicio diario tiene beneficios a largo plazo para protegernos contra el deterioro muscular relacionado con la edad. Esto puede animar a la gente a perseguir esos deportes de los que disfruta. Hay mucho que aprender sobre los mecanismos y la interacción entre los nervios y los músculos, y cómo esto cambia cuando nos hacemos mayores”.
La investigación debe continuar, porque —como se dijo— solo se hizo con hombres, y el promedio de edad de los participantes era de 73 años. El envejecimiento muscular se vuelve más pronunciado a partir de los 80, y queda por saber si los beneficios del ejercicio llegan hasta allá y cómo la actividad recreativa impacta a las mujeres. (I)