En el fascinante mundo de la nutrición, existen ciertos alimentos que se destacan por su increíble capacidad para brindarnos nutrientes esenciales y contribuir a nuestro bienestar general. Uno de estos es una fruta de clima tropical y subtropical que cautiva nuestros sentidos con su sabor agrio y dulce.
Se trata del tamarindo, una legumbre en forma de vaina que aporta un alto contenido de vitaminas, minerales y propiedades capaces de controlar los procesos de hambre y saciedad, a través de su consumo.
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¿Cómo integrar el tamarindo a nuestra dieta diaria?
El tamarindo es ampliamente utilizado en platos populares y culturalmente significativos. Según Clínica Cleveland, en Filipinas, este fruto es un ingrediente clave en un guiso tradicional, mientras que en India y Pakistán se utiliza para preparar una confitura dulce que complementa los aperitivos fritos.
Por supuesto, hay formas más sencillas de incorporar este alimento a la dieta diaria. Por ejemplo, se puede disfrutar crudo rompiendo la vaina y consumiendo la pulpa que rodea la semilla o se puede preparar una pasta mezclándolo con agua.
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Lo importante es mantenerse dentro de la porción recomendada por especialistas, la cual es de solo media taza al día. Esto se debe a que la acidez del tamarindo puede “ocasionar trastornos gastrointestinales y podría causar hipoglucemia en personas diabéticas”, como indicó Tua Saúde.
¿Qué beneficios proporciona el tamarindo?
La Clínica Cleveland resalta que el tamarindo suele ser considerado un aliado natural al momento de controlar los procesos de hambre y saciedad gracias a que contiene inhibidores de la tripsina, moléculas implicadas en este proceso.
Por esta razón, su consumo es asociado con la prevención de la obesidad. Además, este fruto es una fuente rica en magnesio, un mineral que participa en más de 300 funciones fisiológicas del organismo, incluyendo el control de la presión arterial y el mantenimiento de unos huesos fuertes.
También posee betacaroteno, un antioxidante que previene el cáncer, enfermedades cardíacas, autoinmunes y neurodegenerativas como el alzheimer.
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