Todos hemos experimentado esos momentos en los que buscamos las llaves por toda la casa o nos cuesta recordar el nombre de una persona que acabamos de conocer. Si bien estos olvidos ocasionales son normales, es importante estar atentos a los cambios más persistentes en nuestra memoria.
Y es que, a medida que envejecemos, nuestro cerebro experimenta transformaciones naturales que pueden afectar nuestra capacidad de recordar, un problema que se manifiesta con toda una serie de síntomas.
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Síntomas de la pérdida de memoria por el envejecimiento
De acuerdo con el Instituto Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos (NIA por sus siglas en inglés), algunas personas mayores pueden desarrollar un deterioro cognitivo leve a causa de su edad.
Esta es una afección que afecta levemente a la memoria y algunas habilidades para razonar, pero no impide en la capacidad de las personas de cuidarse a sí mismas o de desempeñar sus actividades diarias con normales.
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En este sentido, los pequeños olvidos no representan un problema, a menos de que se manifiesten los siguientes síntomas de gravedad:
- No poder cocinar según la receta o las instrucciones.
- Perderse en lugares conocidos.
- Confundirse con el tiempo, las personas y los lugares.
- Repetir continuamente las mismas preguntas.
- Perder la capacidad de cuidarse a sí mismos en actividades básicas como comer o bañarse.
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¿Qué hacer si tengo síntomas de pérdida de memoria?
Si tú o una persona presentan síntomas notorios y graves de pérdida de memoria, especialmente si tiene una edad avanzada, lo más recomendable es acudir a un médico para someterse a las evaluaciones necesarias y obtener un diagnóstico temprano.
Esto se debe a que, según el NIA, estas suelen ser señales del desarrollo de demencia, un grupo de condiciones cognitivas -como alzheimer- que no necesariamente ocurren durante la vejez.
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