Las semillas de chía, diminutas en tamaño pero gigantes en beneficios, son un superalimento con una impresionante lista de propiedades saludables. Estas semillas son una fuente rica de fibra soluble, que pueden ayudar a regular el colesterol y los triglicéridos.
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Además, su alto contenido de grasas saludables, como los ácidos grasos omega 3, antioxidantes, minerales esenciales y vitaminas del grupo B, las convierten en un complemento nutricional valioso.
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Su impacto positivo en la salud ha sido objeto de estudio, especialmente en el manejo de condiciones como el síndrome metabólico y la diabetes, donde su consumo puede jugar un papel favorable, según investigaciones citadas por fuentes especializadas como Verywellhealth.
Semillas de chía para bajar el colesterol y triglicéridos
Investigaciones citadas por el portal de salud ya mencionado indican que las semillas de chía pueden influir en los niveles elevados de colesterol y triglicéridos.
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Las semillas de chía, apunta Verywellhealth, son ricas en fibra soluble y ácido graso omega 3, específicamente el ácido alfa-linolénico, que son componentes cardiosaludables capaces de ayudar a regular los niveles de lípidos.
Por lo tanto, podrían ser consideradas como parte de una dieta orientada a controlar el colesterol y los triglicéridos, aunque se requiere más investigación para comprender plenamente su efecto.
¿Cómo se toma la semilla de chía para bajar el colesterol?
La ingesta de semillas de chía por la noche es una práctica recomendada por Mundo Deportivo que destaca sus beneficios antioxidantes y su capacidad para generar saciedad, lo que puede ayudar a controlar el apetito antes de dormir.
También contribuyen a la regulación del tránsito intestinal, previenen el estreñimiento, y su efecto antiinflamatorio puede ser beneficioso para relajar la tensión muscular, lo que favorece un descanso nocturno más profundo.
Para su consumo, Mundo Deportivo explica que se pueden incorporar directamente a los alimentos o preparar una bebida.
Para esta última, se deben remojar las semillas en agua durante unas horas hasta que se suavicen y formen un gel.
Luego, se le añade el jugo de dos limones exprimidos y se mezcla bien, manteniendo las semillas en el agua para preservar sus propiedades.
Tras reposar la mezcla por diez minutos, se puede endulzar al gusto con stevia o miel. Se sugiere tomar una taza de esta preparación treinta minutos antes de la cena para disfrutar de sus ventajas. (I)