La configuración del cuerpo humano es para estar en movimiento constante. Así lo evidencian más de 360 articulaciones y unos 700 músculos esqueléticos que facilitan un desplazamiento fluido. además, nuestra estructura física única nos hace capaces de ponernos de pie contra la fuerza de la gravedad.
No obstante, cuando el cuerpo no se mueve lo suficiente se resiente y si quiere volver a poner a toda esa estructura en movimiento, debe ir poco a poco, según la recomendación de los fisioterapeutas deportivos.
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No hay que sobrepasarse en el primer día de entrenamiento. Acá se trata de ser constante, para que el cuerpo se vaya adaptando, tal como reseña Cuerpo Mente.
Comience con movimientos fáciles
Cuando nos movemos, notamos que una de nuestras manos se mueve con más facilidad que la otra, que si volvemos la cabeza hay un lado que gira mejor, lo mismo si giramos la columna o movemos una articulación.
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Lo ideal es explorar nuestra capacidad de movimiento cada día y hacer todo aquello que nos resulta fácil.
Curiosamente y aunque parezca lo contrario, los movimientos fáciles y la actitud que los acompaña, nos ayudan a desarrollar mucho más nuestra capacidad de movimiento que si nos empeñamos en hacer lo difícil o aquello para lo que hay más impedimentos.
¿Cómo empezar a hacer ejercicios?
Ejercicios sencillos y cortos de empezar
Tanto sirven el yoga o una tabla de gimnasia sueca como el calentamiento de las artes marciales, el ejercicio moderno o la relajación progresiva.
Todos realizamos a diario movimientos sencillos de forma inconsciente, pero al hacerlos de forma consciente, creativa y coherente, se vuelven útiles para la salud y el crecimiento personal.
Junto con la práctica de la visualización y la meditación, cada una de estas acciones practicadas unos minutos al día ayudan a:
- Centrarse física y mentalmente.
- Calentar todo el cuerpo, estimulando el latido del corazón y el flujo sanguíneo.
- Mejorar la lubrificación sinovial de las articulaciones.
- Aumentar la flexibilidad.
- Incrementar la fuerza.
- Mejorar la capacidad respiratoria y de relajación.
- Mejorar la propia autoimagen
Acuda a un profesional
Si ha dejado de hacer deporte durante un tiempo y desea volver a la práctica, es conveniente asesorarse con un fisioterapeuta.
Tal vez tenga una musculatura desarrollada, pero no puede empezar de nuevo donde lo dejó. El especialista observará su condición actual y le facilitará un plan para recuperar su antiguo estado de forma sin riesgos.
(I)
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