Una regla tácita en casi todas las familias es que los hermanos mayores tenemos que ayudar en las tareas para cuidar a nuestros hermanos menores. Por ejemplo, vigilarlos cuando los padres deben salir de casa momentáneamente, recogerlos a la salida de la escuela, apoyarlos en las tareas escolares, asistirlos a la hora de comer si es necesario, entre otras actividades.