Su sueño de convertirse en una destacada bailarina arrancó a los 3 años de edad cuando comenzó a practicar ballet por iniciativa de sus padres, aunque muy pronto lo transformó en una meta propia y decidió cumplirla al 100 %, motivada por el sueño de vivir a plenitud su pasión por esta disciplina artística. Tras casi dos décadas de abrirse camino en el mundo de la danza a nivel internacional, las raíces familiares de Ana Karina Ron Valverde la motivaron a regresar a su país natal, donde hoy espera transmitir su experiencia y conocimientos a nuevas bailarinas a través de su academia, Forçak, inaugurada en julio del 2021, a la que califica como una ‘clínica’ de ballet.