“El más grande de los pintores británicos”, dijo Kenneth Clark, célebre autor de Civilización. Allí Clark registra una visión personal de la historia de la civilización occidental a través de las obras artísticas y releva prioritariamente a William Turner (1775-1881) como uno de los ejemplos cimeros. Los cuadros del artista irradiaban una luz interior que no solo venía de sus admirables paisajes de la naturaleza, sino también de las catástrofes que arrasaban Londres.