He llegado a Génova, ciudad de navegantes y uno de los más importantes puertos europeos del Mediterráneo. Desde aquí, muchos italianos migraron a América desde fines de 1800 hasta principios de 1900. En el Ecuador fueron recibidos con los brazos abiertos, incorporándose inmediatamente a la vida cultural y económica del país. Actualmente, el espacio urbano genovés alberga una población ecuatoriana tan significativa que representa su comunidad extranjera más numerosa. Tenemos vínculos históricos de migración en doble vía.