Es común que en nuestro país optemos por prescindir del diseño cuando nos encontramos en crisis. Solemos decir: cuando tenga dinero invierto en mi imagen. Ese es un común y grave error que veo desde hace ya tres décadas de vida profesional y noto que se ha trasladado a las campañas de redes sociales y a las fotografías que se usan para vender productos… algo ilógico, pero real.