• Cuando menos lo esperamos, la vida nos pone un reto para poner a prueba nuestro coraje y voluntad de cambio; en un momento así, no tiene sentido fingir que no ha pasado nada o decir que no estamos preparados. El desafío no se hará esperar. La vida no mira atrás. Una semana es tiempo más que suficiente para que decidamos si aceptamos o no nuestro destino.
  • No expliques. Tus amigos no lo necesitan y tus enemigos no te creerán.
  • Pero hay sufrimiento en la vida, y hay derrotas. Nadie puede evitarlos. Pero es mejor perder algunas de las batallas en la lucha por tus sueños que ser derrotado sin saber por qué estás luchando.
  • Nuestros verdaderos amigos son aquellos que están con nosotros cuando suceden las cosas buenas. Nos animan y se complacen con nuestros triunfos. Los falsos amigos solo aparecen en los momentos difíciles, con sus rostros tristes y solidarios, cuando en realidad nuestro sufrimiento les está sirviendo para consolarlos de su miserable vida.
  • Cuando alguien se va, es porque alguien más está por llegar.
  • Algunas personas parecen estar felices, pero simplemente no le dan mucha importancia al asunto. Otros hacen planes: voy a tener un marido, un hogar, dos hijos, una casa en el campo. Mientras están ocupados en eso, son como toros que buscan al torero: reaccionan instintivamente, se equivocan, sin saber dónde está el objetivo. Consiguen su coche, a veces incluso consiguen un Ferrari, y piensan que ese es el sentido de la vida, y nunca lo cuestionan. Sin embargo, sus ojos delatan la tristeza que ni siquiera ellos saben que llevan en el alma. ¿Estás feliz?
  • Cierra algunas puertas hoy. No por orgullo, incapacidad o arrogancia, sino simplemente porque no te llevan a ninguna parte.