Una investigación realizada por especialistas españoles devela la relación entre los ácidos grasos en la sangre y la densidad mamográfica. Es decir, el consumo de ácidos grasos saturados se relaciona con una mayor densidad mamaria, que es la cantidad relativa de tejido fibroglandular que se aprecia en color claro en una mamografía, y constituye un importante factor de riesgo de cáncer de mama.