Hace dos años, cuando Sienna Miller recibió los guiones de Anatomía de un escándalo, la miniserie de David E. Kelley y Melissa James Gibson, los leyó de principio a fin. “Los devoré de la manera en que querrías devorar un drama de seis partes”, comentó la actriz.

Le habían ofrecido el papel de Sophie, la refinada esposa de James (Rupert Friend), un ministro parlamentario. Ese personaje requeriría la gama completa de habilidades y dones de Miller: carisma, vulnerabilidad, belleza, ingenio. Y en una carrera en la que ha sido relegada principalmente a roles secundarios de esposa o novia del protagonista, esta vez Sophie es una líder sólida. Y, sin embargo, Miller vaciló sobre aceptar el papel. “Tenía reservas porque se sentía un poco feo y familiar”, dijo en una entrevista con The New York Times, refiriéndose a su propio escándalo personal.

En el primer episodio, Sophie se entera de que James ha tenido una aventura con una compañera de trabajo y de que el Daily Mail lanzará la noticia por la mañana. Para Miller, quien tuvo que enfrentar una polémica a mediados de la década de 2000, cuando su entonces prometido, el actor Jude Law, se acostó con la niñera de sus hijos, la resonancia era obvia.

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Pero de la misma forma en que te puedes sentir motivado a pasar los dedos por la cicatriz de una herida que ha sanado, la oportunidad de volver a visitar esas experiencias pasadas se convirtió en parte de la atracción de Miller por el papel. “En una forma extraña y retorcida, me atrajo eso, explorarlo desde una perspectiva diferente”.

Por supuesto, Miller no es Sophie. La actriz es liberal donde Sophie es conservadora, y expresiva donde Sophie está restringida. Sophie interpreta un papel, el de la perfecta esposa del político, por motivos personales. Para Miller, el juego de roles es estrictamente profesional. Su yo personal fuera de cámara no se ve afectado y es abierto. Y, sin embargo, hay momentos de la miniserie en los que la vida de Sophie parece inseparable del actor que la interpreta.

Estos paralelismos no pasaron desapercibidos para Sarah Vaughan, quien creó el personaje de Sophie en su novela de 2018 y es productora ejecutiva de la serie. Le dan “un nivel adicional de matiz y significado a su actuación”, dijo Vaughan.

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Al filmar la serie, Miller también recurrió conscientemente a su pasado. “Hay una especie de memoria muscular sobre muchas de sus experiencias que tengo. Así que estaba bastante disponible”, reveló. A veces, estaba casi demasiado disponible.

Del cine a Netflix

La actriz de 40 años, nacida en Nueva York y criada en Londres, construyó su carrera principalmente en la pantalla grande y en el teatro, siendo Anatomía de un escándalo su primer rol en un seriado. Su primer gran papel fue como el interés amoroso de Daniel Craig en Layer Cake (2004), de Matthew Vaughn. También apareció en Alfie (2004), Casanova (2005), G. I. Joe: The Rise of Cobra (2009) y American Sniper (2014).

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Su padre, Edwin Miller, nacido en Estados Unidos, es inversionista y comerciante de arte. Su madre, Josephine Miller, era una modelo sudafricana que llegó a convertirse en la asistente personal de David Bowie. Jo pasó a administrar el Instituto de Cine y Teatro Lee Strasberg en Nueva York, y luego se convirtió en instructora de yoga. Sienna tiene una hermana mayor, Savannah Miller.

En 2012, Sienna y su exesposo, el actor Tom Sturridge, recibieron a su hija, Marlowe.

“Estoy menos apegada a preocuparme por algo en este momento de mi vida”, dijo. “Quiero decir, estoy muy feliz. Me siento muy conectada a tierra. Tengo una hija saludable. Todavía estoy trabajando y sobreviví una década bastante extraordinaria, y muchas personas no lo hicieron. Así que hay una especie de orgullo silencioso en ese lado”.