Cádiz, España, 1992. Luis Miguel (Diego Boneta) se alista para asistir al funeral de su padre, Luis Rey, quien acaba de fallecer a los 47 años, sin responderle la pregunta que atormenta constantemente al cantante: ¿dónde está su mamá? El último episodio de la primera temporada dejó entrever que Luis Rey (Óscar Jaenada) sí se llevó consigo un secreto a la tumba pues, mientras agonizaba, le hizo prometer a su primo Tito (Martín Bello), por la sangre de su familia, que nunca le contaría sobre Marcela (Anna Favella) a Micky, apodo familiar del intérprete.