Los Rolling Stone son de esas agrupaciones eternas cuya música se ha convertido en la banda sonora de la vida de todos, durante 60 años. Sí, 60 años. Sería un poco improbable decir a estas alturas de la vida que alguien no haya escuchado aún Sympathy for the devil, Angie, Start me up, o el inconfundible I Can’t Get No Satisfaction.