Cuando Vanessa Robles, periodista guayaquileña de Teleamazonas de 29 años, estaba por graduarse de comunicación social en la Universidad Politécnica Salesiana, sabía que necesitaba experiencia en los medios para construir su carrera. Imprimió copias de su currículum y se embarcó en un “viacrucis laboral”: repartió sus documentos en una serie de medios impresos, televisivos y radiales.
Le preguntó a un guardia de un medio de televisión ahora extinto si aceptaban pasantes. “Esto es con padrino, usted sabe que el que tiene padrino se bautiza, pero deme su currículum, algo se ha de hacer”, le contestó el trabajador. La joven estudiante miró al cielo y pensó: “Diosito, yo no tengo padrino, yo solo te tengo a ti”.
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Ahora es reportera en Teleamazonas, canal donde trabaja desde el 2021. Le apasiona escuchar y sentir los problemas de las personas que conoce en sus coberturas de calle. La llena, dice, cuando las autoridades ayudan a resolver los problemas de la gente como resultado de sus reportajes.
Su trabajo, sin embargo, la ha expuesto a peligro casi constante durante los últimos 6 meses. Le intentaron robar dos veces, y a la tercera lo lograron. La primera vez que ella y su equipo periodístico casi salen perjudicados por la delincuencia fue en septiembre de 2022, mientras realizaban una cobertura en vivo en el puente del estadio Monumental.
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Equipo periodístico de televisión sufrió intento de robo mientras realizaba cobertura en Durán
Dos sujetos en una moto se le acercaron e intentaron despojarlos de sus equipos y pertenencias, pero la periodista tuvo una reacción rápida: “Estamos en vivo, ¿nos va a robar ahorita en vivo?”, dijo Robles. Los asaltantes intentaron cubrirse los rostros y se marcharon. Intentó “llevar al tipo a que reflexione, que le de vergüenza”, recuerda.
Esa reacción se hizo viral en redes sociales, las cuales se llenaron de memes admirando el accionar de la profesional. Su respuesta a situaciones estresantes o peligrosas, confiesa, usualmente es calmada y medida. Su personalidad en el día a día, sin embargo, contrasta con eso.
“Me considero una persona muy extrovertida, espontánea, en ciertos casos impulsiva, pero cuando son situaciones de crisis, cuando la adrenalina se activa al 100, tengo reacciones bastante calmadas”, señala. “He tenido episodios de crisis o de riesgo en las que me he dado cuenta que mi reacción es ser todo lo contrario en lo que soy en el día a día”.
Lamentablemente, desde la primera vez que le intentaron robar al aire, la han intentado asaltar dos veces más mientras trabajaba. La segunda vez fue en Durán, y la tercera en Guayaquil. La tercera fue la vencida, y en esa ocasión sí lograron hurtarla a ella y a su equipo.
A pesar de la creciente peligrosidad de su trabajo, Robles dice que vivir las experiencias del “ciudadano de a pie” le da otra dimensión a su reportería, pues la acerca más a la gente. Además, siempre tiene la protección simbólica de su madre, que la bendice a través de la pantalla cuando la ve en las transmisiones en vivo.
En Petrillo asaltaron hoy a otro equipo periodístico de Teleamazonas
También es una apasionada del periodismo, aunque su sueño “frustrado” es ser actriz. Estudió teatro por cuatro años en sus épocas colegiales, aprendizaje que la ayudó a modular su voz y a manejar correctamente su lenguaje no verbal, herramientas útiles frente a la cámara.
“Todo lo que yo pasé me llevó a esto. El periodismo es mi vocación, quiero hacer periodismo toda mi vida. Sé el riesgo que implica, pero no quiero dejar de ir a cubrir a las calles ni escuchar las historias de las personas, que nos ven como una solución a sus problemas”, expresa Robles, quien está realizando una maestría en periodismo digital en la Universidad Casa Grande. (I)