Michael Keaton dijo en una entrevista al New York Times: “Perdí a un sobrino por la heroína. Fentanilo, de verdad. Era hijo de mi hermana. Por eso Dopesick es personal”. El actor ahora protagoniza y produce la serie Dopesick: historia de una adicción, una serie cuya primera temporada puede verse en Star Plus en sus dos primeros capítulos de un total de ocho.
La serie cuenta la historia de la gran crisis de los opioides en Estados Unidos cuando la prescripción de la oxicodona llevó a la adicción a multitud de pacientes que fueron recetados con el analgésico OxyContin, produciendo incluso que comunidades enteras se vieran afectadas.
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Los espectadores son testigos de la lucha de ese país contra la adicción a los opioides: desde las salas de reuniones de Big Pharma, pasando por una angustiada comunidad minera de Virginia, hasta llegar a los pasillos de la DEA. Y, desafiando todas las probabilidades, los héroes de Dopesick se embarcan en un viaje intenso y emocionante para derrotar a las temerosas fuerzas corporativas detrás de esta crisis nacional y sus aliados.
Lo interesante de Dopesick es que mezcla realidad y ficción para poder entender la gravedad de esta crisis, considerada la mayor en la historia de Estados Unidos. Está basada en el libro Dopesick: Dealers, Doctors and the Drug Company that Addicted America, de la periodista Beth Macy. En él se cuentan historias reales, las consecuencias de esta crisis y la actuación de Purdue Pharma, el nombre real de la farmacéutica. La mayoría de personajes fueron creados a partir de distintas personas (excepto la familia del laboratorio que es real) como el protagonista, el doctor Samuel Finnix (Keaton).
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Purdue Pharma es la farmacéutica privada responsable de fabricar OxyContin que comenzó a recetarlo a sus pacientes hasta que empezaron a notar las graves consecuencias de ello.
El director Danny Strong (Rebelde en el centeno) se basó en el tema del dolor. Casi todos los personajes importantes, estén o no tomando el fármaco más vendido de Purdue, están sufriendo. Algunas de las lesiones son físicas, como la espalda de una joven minera, Betsy Mallum (Kaitlyn Dever). Ella es una lesbiana a la que le aterroriza salir del clóset debido a sus padres religiosos que viven en las colinas de Virginia. Los otros personajes, algunos ficticios (como Betsy) y otros basados en personas reales, están afligidos por sus propias formas de dolor: una esposa muerta, un divorcio triste, una lucha contra el cáncer de próstata. Incluso, el presidente de Purdue, Richard Sackler (Michael Stuhlbarg) hace una mueca de silenciosa agonía por el menosprecio que recibe de los otros miembros de la empresa familiar.
A Strong lo recordamos también por crear para la televisión, junto con Lee Daniels, el melodrama de hip-hop de larga duración Empire y en Dopesick, las verdaderas historias de crímenes de cuello blanco, especialmente en largometrajes, tienden a centrarse en las investigaciones y los combates en los tribunales. Al adaptar el libro de Macy, el cineasta desarrolla los ocho episodios con los dramas domésticos de personajes inventados en la primera línea de la epidemia de OxyContin, principalmente Betsy y su médico. En ese centro moral de la serie está el galeno Finnix, un médico de familia en la ciudad ficticia de los Apalaches de Finch Creek, Virginia. Los agresivos vendedores de Purdue convencen a Finnix de que el medicamento es una droga milagrosa.
Las líneas de la historia trastocan la adicción y la recuperación que son intercambiadas con miles de otros dramas. Cuando OxyContin salió a la venta, prometió acabar con el dolor crónico para siempre, y aparentemente las pruebas mostraban que tan solo el 1% de los pacientes podrían desarrollar una adicción. Esto suponía un gran avance, teniendo en cuenta que la oxicodona es altamente adictiva. Purdue Pharma tenía el medicamento definitivo, gracias a él ganaba millones, pero la realidad de la pastilla era muy distinta. La compañía se lucró durante años de este medicamento que llegó a cada rincón de Estados Unidos, pero pasado el tiempo empezaron las sospechas sobre la realidad de lo recetado.
Dopesick, además, busca dramatizar cómo los miembros de la familia Sackler y su compañía Purdue Pharma, con la ayuda de regulaciones laxas, llevaron OxyContin al público a partir de la década de 1990. La introducción de este fármaco ahora se considera el comienzo de la epidemia de opioides que ha matado a más de 500.000 personas en todo el país y ha hecho adictos a millones más. Los Sackler han dicho que no tienen ninguna responsabilidad por la crisis y es probable que nunca enfrenten un juicio, debido a las amplias protecciones incorporadas en un acuerdo de quiebra que disolvió Purdue Pharma. Ese acuerdo hizo que el momento de la nueva serie fuera aún más importante para sus productores.
Junto con Keaton, el elenco lo completan Peter Sarsgaard, Michael Stuhlbarg, Will Poulter, Kaitlyn Dever y Rosario Dawson.