* Atención: contiene spoilers
Si en el destino de Beatriz Pinzón Solano estuvo escrito en piedra siempre ser la presidenta de Ecomoda, desde la telenovela Yo soy Betty, la fea, en la secuela Betty, la fea, la historia continúa (Prime Video) ese adagio se ratificó.
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Betty (Ana María Orozco) retoma el polémico cargo solo para ganarse el favor de su hija Mila (Juanita Molina), con quien tiene una relación distante justamente, al parecer, debido a los años y esfuerzos que le dedicó a la empresa de su esposo en vez de a ella. La hija que tuvo con don Armando (Jorge Enrique Abello) sueña en instalarse en el taller de Ecomoda y convertirse en su nueva diseñadora estrella, gracias a las influencias que pueda conseguir con su mamá. Su único obstáculo es Hugo Lombardi (Julián Arango), aún el magno creativo de la marca de moda.
Aunque Mila llega con aires de modernidad por todo lo que ha aprendido en Nueva York y hasta vanguardia tecnológica, a decir de Hugo ella no se ha ganado su sitio en su templo de magia, color y vida, y mucho menos puede superar con esas intenciones sus décadas de experiencia.
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El regreso de Betty como presidenta de Ecomoda también marca el regreso de Nicolás Mora (Mario Duarte), como su asesor y consultor. Este retorno implica nuevos cambios en la organización: Ignacio (Sebastián Osorio), el joven de confianza de Marcela Valencia (Natalia Ramírez) fue removido de la vicepresidencia financiera a mercadeo, pero le asegura que la venganza contra Betty y Armando sigue en pie.
Igual como la ‘venganza fría’ de Betty, cuando a Mario Calderón (Ricardo Vélez), quien asesoró a Armando en su breve presidencia de los últimos años, lo bajó al área de ventas y comercial, acompañado de Freddy (Julio César Herrera). Él en cambio es el único que recibe su primer ascenso tras décadas como mensajero.
Otro cambio que se puede gestar en la compañía es el de Patricia Fernández (Lorna Cepeda), actual jefe de Recursos Humanos, antiguo puesto de Saúl Gutiérrez (Alberto León Jaramillo). Con la nueva presidencia de Betty su puesto peligra, pero su as bajo la manga es apelar a la nostalgia y su atractivo con Nicolás. “Betty puede tener mi cabeza, pero no tiene mi cuerpo”, le recalca la ‘peliteñida’ mientras le pasa su melena por la cara. Por supuesto, Nicolás sigue prendido de ella.
Como sea, todos estos cambios se juntarán para revelar qué pasó exactamente en la corta presidencia que Armando sostuvo hace poco (recordemos que cuando inicia la serie, Betty tenía dos años de haber sido removida de ese puesto a favor de él) y cómo están involucrados Mario y Gutiérrez, pues las prestaciones de los empleados, “que han dado su vida por Ecomoda”, se han desaparecido.
En lo personal, la relación de Betty y Armando tampoco es la mejor y sobre ellos pesa la sombra del divorcio y la de los malentendidos, también. Armando tiene una extraña cercanía con la asesora jurídica de la compañía, María José ‘Majo’ Arreaga (Zharick León), que no se ha explicado por qué todavía (lo acompaña al club, pasa en su departamento, almuerzan juntos), aunque le está generando todo tipo de conflictos en su afán por reconciliarse con Betty.
Hablando de conflictos, los fanáticos de Yo soy Betty, la fea finalmente verán lo que no creían ver nunca en su vida: el flemático e histérico Armando aprende a reconocer por primera vez sus problemas de ira, que no sabe gestionar sus emociones. Y para eso acude a terapia y una vez más, ¡transvertirse! Pero no como drag queen. Armando aprende una lección importante sobre sus motivaciones y finalmente quiere poner la cara a las consecuencias de sus actos.
Así como Armando tiene a otra mujer en su órbita, Betty no se queda atrás. Su abogado de divorcio Esteban Ruiz (Rodrigo Candamil) parece tener más que un interés laboral en ella y acepta ser el asesor jurídico de Ecomoda, a pesar del conflicto de interés. (E)
Los episodios 5 y 6 de Betty, la fea: La historia continúa estarán disponibles el próximo viernes 2 de agosto.