“Decidí liberar mis demonios. Y como no hay nada más sanador que reírse de uno mismo, los convertí en una obra de teatro”. Con esta descripción ha definido el actor guayaquileño Roberto Manrique a su más reciente producción, titulada El juego de ser perfecto, obra que lo acerca además al público de la capital ecuatoriana, donde presenta su obra.
En El juego de ser perfecto, Manrique rompe barreras. En esta puesta en escena, el también activista comparte con el público historias nunca contadas, según detalla, desde sus primeros recuerdos en pañales hasta la actualidad.
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El formato de la obra combina elementos del stand-up con el monólogo, y es una invitación a la risa, al llanto y a la reflexión sobre las complejidades de la existencia y la identidad.
“En esta obra me abro de una manera de la que nunca pensé que sería capaz. Los invito a reír, y tal vez llorar un poco, de aquellos demonios que me han acompañado siempre (...). Creo que una de las cosas que más disfruto es reírme de mí mismo. Era hora de hacer un espectáculo al respecto”, menciona Manrique.
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Esta obra original, dirigida por Sebastián Sánchez Amunátegui e Iñaki Moreno, que desafía los límites de la narrativa teatral, se presenta en Quito, en El Teatro del CCI. Estará en escena hasta el próximo 29 de septiembre.
Para más información de funciones y reservas de entradas, contactar a la taquilla de El Teatro: 099-555-1854. (E)