Lavinia Valbonesi, esposa del candidato presidencial Daniel Noboa Azín, es una influencer manabita (oriunda de Chone) que promueve la salud física y recibe miles de ‘me gusta’ con sus outfits en sus redes sociales. En estas plataformas, esta manabita se muestra activa, siempre de la mano de su esposo, lo acompañó en cada mitin de campaña de primera vuelta, y también en el hogar.

Su departamento, en el centro de Guayaquil, es parte de la ‘escenografía’ de sus publicaciones, en las que –en algunos casos– Lavinia responde con gracia a los videos de mujeres que galantean el físico de su esposo. “Yo viendo como todas quieren que Daniel Noboa las gobierne, pero yo soy la que lo gobierna”, dice en una visualización, mientras sonríe y muestra una fotografía de la pareja.

Valbonesi, también propietaria de Green Deli (restaurante y tienda de alimentos saludables, ubicado en La Puntilla), conversó con EL UNIVERSO sobre las diferentes facetas de su esposo, a quien conoció en 2019 y con quien contrajo matrimonio en 2021. La pareja tiene un hijo, Alvarito, de un año y medio.

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-¿Cómo es Daniel Noboa dentro del hogar?

Superpreocupado, incondicional. Siempre está ahí para salvarnos de cualquier apuro, es superordenado. Se levanta desde las 05:00 a pensar en trabajar. Es mucho más ordenado que yo. Se preocupa de todo detalle, que todo esté perfecto.

-Su rutina, ¿a qué hora se inicia?

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Tempranísimo, 04:30, 05:00, hace llamadas a Europa, a la persona que esté despierta para trabajar.

- ¿Y hace deporte?

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Superdeportista, mientras se está arreglando para hacer ejercicio, hace llamadas, aprovecha cada minuto. Sale a correr y hace pesas, normalmente corremos dentro de una ciudadela, por seguridad, y de ahí nos vamos al gimnasio, una hora de correr, una hora de pesas, dependiendo de los kilómetros que nos toque.¿Dos horas diarias? Sí, a veces un poco más, un poco menos.

- ¿Su alimentación es rigurosa, nutritiva?

Más o menos, le gusta comer rico, él dice que hace ejercicio para comer. Es superecuatoriano con las comidas, es superarrocero, seco de pollo, puré de papa, carne frita, pollo frito, disfruta de comer. En las noches trata de cuidarse un poco más. En el día, come lo que quiera; en la noche, algo ligero. Dependiendo como se sienta, la mayoría (de las veces) es una sopa (en la noche); un buen almuerzo (al mediodía); y a veces desayuna huevos, proteína, nada más.

-¿Y en su rol de padre, cómo es?

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Es el amor de mi hijo, mi hijo está enamorado de él, su adoración es su papá, quiere copiarle todo, lo ama y es su adoración. Tiene un año y cuatro meses. Es la copia viviente, es como verlo a él, son papá e hijo con otros colores, mi hijo es rubio, ojos azules, él es castaño moreno, pero son idénticos, las expresiones, todo, es como verlo caminando juntos.

-¿Cómo es la relación con la hija mayor?

Luisa es nuestra adoración, mi hijo adora a su hermana, no la deja vivir, vive abrazando, besando, ella es buenísima, pero como es mayor, 4, dice ‘ya, no me molestes’, porque quiere tenerla agarrada, abrazando y besuqueando.

-¿Qué no le gusta a Daniel?

La impuntualidad, el desorden, la desorganización. Él es metódico y como tiene que ser, no me puede salir con algo por salir.

-¿Cree que es el candidato que el país necesita para ser presidente?

100 % segura. Yo siempre cuento mi historia con él, cuando recorrimos Santa Elena, porque yo soy cero política. Cuando empecé a recorrer con él, cuando se lanzó para asambleísta, no es lo mismo escuchar que Ecuador tiene necesidades que verlo con tus propios ojos. Y cuando recorrimos vi la verdadera necesidad y me di cuenta por qué está buscando una vida política, por qué empezó a buscarla, porque para nosotros como familia, la política es sumamente difícil. Vivimos en un país sumamente corrupto y nos exponemos mucho, y hay que –a veces, más en la Asamblea–, unirse y llegar acuerdos con gente que no precisamente tiene los mismos propósitos o metas que tú, pero yo creo en él, soy 100 % consciente de que es la mejor opción. Lo conozco mejor que nadie y creo en sus intenciones, en lo capacitado que está, por eso lo estoy apoyando 100 % y estoy sumamente feliz de que esté tomando este camino, porque si no lo hace él, quién sabe quién vendrá por nuestro país. (I)