A las 21:07 ya había bajado un poco la sensación de calor que viene golpeando desde hace semanas a los guayaquileños. Pero no fue suficiente, muchos en las gradas repletas del coliseo Voltaire Paladines Polo seguían ventilándose con sus manos, papeles, pañuelitos y hasta con las mismas entradas del concierto, si es que eso era posible, ante la sensación térmica de la noche de este jueves, casi en 30 grados según AccuWeather.

Pero cuando Melendi salió al escenario a esa hora, muchos dejaron de lado esa incomodidad. El artista español “refrescó” al público cuando empezó su esperado recital, que abrió con el tema Likes y cicatrices, justamente como el nombre de este gira que lo trajo a Guayaquil, Quito y Cuenca.

Parados de sus asientos, con celular en mano y cámara activada, los asistentes recibieron efusivamente al cantautor con 20 años de trayectoria. Su introducción llegó acompañada de un clip reproducido en tres pantallas gigantes, el cual, en un formato de caricatura, resumió en breves minutos la situación del mundo en los últimos años, en el contexto de la pandemia por el covid. Las pantallas luego dieron paso a la emisión de la presentación, convirtiéndose en gigantescas pantallas de celular, en alusión a las transmisiones en vivo de las redes sociales.

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Entre el público estuvo el cantante argentino Axel. Foto: Francisco Verni

Acompañado de ocho músicos, entre coros, guitarristas y baterista, Melendi emocionó con un recorrido de sus éxitos a los acalorados guayacos y a un argentino entre ellos, quien estaba en la primera localidad: el cantante Axel, quien disfrutó relajadamente la velada.

“Enciendan las luces que quiero verlos a todos” fueron las primeras palabras de Ramón Melendi Espina, el nombre verdadero del cantautor. También fue una frase que repitió al menos tres veces para interactuar con el público. La última ocasión fue la más especial de todas: Melendi se dirigió a un hombre que le pidió matrimonio a su enamorada en presencia de todos. Y en presencia del reconocido cantante de 44 años ella le dio el anhelado “sí”. El momento fue compartido por una segunda pareja, a la cual Melendi le concedió unirse a la tarima para dedicarles personalmente como regalo de bodas La promesa, una solicitud de los novios que están a punto de casarse.

Otros títulos infaltables en su repertorio fueron Tú de Elvis y yo de Marilyn, Con solo una sonrisa, Mírame, Religión de los idiotas, Sin remitente, Cenizas en la eternidad, Déjala que baile, Tan tonto como tú, Tocado y hundido, Destino o casualidad y Canción de amor caducada.

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Melendi cantó Guayaquil en compañía de 8 músicos. Foto: Francisco Verni

La audiencia se unió en vociferado coro cuando el cantante interpretó su “canción viejita”, como llamó a Un violinista en el tejado, que sorpresivamente no dejó para el final como se hubiera esperado al ser su tema más popular. Lo mismo ocurrió con Tu jardín con enanitos, posicionada en la mitad del espectáculo.

Tras un poco más de dos horas de concierto, Melendi se despidió de la rabiosa masa guayaquileña entonando Lágrimas desordenadas. La fogosa noche de romanticismo pop se complementó con la presentación del local Gianpiero, quien cantó sus éxitos Serena y Siete vidas, en el show de apertura. (E)