Luis Sáenz no busca fama, tampoco gente que lo escuche por escuchar. Lo que quiere es sintonía y continuar disfrutando de su amor por la música. Como buen hombre enamorado es lo primero en lo que piensa cuando abre los ojos por la mañana, así lo cuenta. Su vida musical se ha vuelto sagrada, en ella ha encontrado amigos y maestros que de un tirón en la camiseta lo subieron con ellos a un buen posicionamiento local. Diego Chiang, Aire del Golfo, Kevin Klein (de Man de Barro), son algunos de los nombres que menciona con agradecimiento.