El dicho ‘El cielo es el límite’ se ajusta perfectamente a ellos, porque no contar con la vista no les ha impedido hacer lo que les gusta, cantar. La música es el refugio, el desahogo y, a la vez, con la cual también pueden expresar arte. Así lo describen Josué Mieles, de 21 años, y Ana Paula Ramírez, de 27, quienes integran el grupo coral Notas de Luz, que acoge a jóvenes invidentes.