Cuando era adolescente, Tábata Alvarado no solo se enamoró de la música, sino que se dio cuenta de que era buena para ella y que también podía ser su fuente de trabajo. En compañía de su guitarra, empezó a escribir sus primeras canciones a los 17 años, cuando aún estaba en el colegio, mientras entonaba melodías ya conocidas, a modo de covers, a pedido de compañeros y allegados que querían disfrutar de estas canciones en vivo, pero con su voz.